Editor de Moda.
La Ciudad Condal se viste de blanco durante los próximos días para convertirse en la capital mundial de la moda nupcial de manos de los más importantes diseñadores de nuestro país. Rosa Clará, Jesús del Pozo, Victorio&Lucchino, José María Peiró, Francis Montesinos, Raimon Bundó, Matilde Cano, o los diseños de Manuel Mota o el libanés Elie Saab para Pronovias se suben a la Pasarela Gaudí Novias para presentar sus propuestas para vestir el día más importante de muchas mujeres la próxima temporada.
El blanco recupera el protagonismo en los vestidos de novia tras varios años de dominio de los vainilla, marfil, beige y ocres, según las propuestas que se están viendo en la pasarela Gaudí Novias, que apuntan además a un regreso de las faldas con colas más importantes.
Los adornos de pedrería debajo del pecho, en el tirante o marcando cintura son también una constante en gran parte de los diseñadores que están mostrado sus colecciones para el 2010, y muchas de las propuestas parecen más trajes de noche que vestidos de novia, aunque cada vez las diferencias son menores porque, al fin y al cabo, una boda es una fiesta.
Además, la tendencia a dejar los hombros al descubierto con escotes palabra de honor se ha confirmado plenamente, y en todas las colecciones los cuerpos de estilo bañera han aparecido hasta aburrir.
La firma alicantina Pepe Botella ha sacado a desfilar una colección fresca y ligera de color blanco natural, llena de faldas de gasa, líneas vaporosas y cuerpos muy elaborados, con los que la diseñadora Lucía Botella ha querido acabar con la rigidez y la severidad de los vestidos de novia.
Lo más aplaudido de la colección han sido los vestidos cortos, sencillamente deliciosos, un tipo de traje que se ve cada vez con más frecuencia en las pasarelas.
Franc Sarabia, en un desfile compartido con Francis Montesinos y Joaquin Verdú, ha sido el primero en presentar una colección de fiesta en esta Pasarela Gaudí, con muchos vestidos tipo túnica, cuellos barco, volantes y tul de seda con pedrería. En novias ha sido de los pocos que han puesto mangas largas a los trajes de novia y que ha utilizado el plumetti.
El blanco recupera el protagonismo en los vestidos de novia tras varios años de dominio de los vainilla, marfil, beige y ocres, según las propuestas que se están viendo en la pasarela Gaudí Novias, que apuntan además a un regreso de las faldas con colas más importantes.
Los adornos de pedrería debajo del pecho, en el tirante o marcando cintura son también una constante en gran parte de los diseñadores que están mostrado sus colecciones para el 2010, y muchas de las propuestas parecen más trajes de noche que vestidos de novia, aunque cada vez las diferencias son menores porque, al fin y al cabo, una boda es una fiesta.
Además, la tendencia a dejar los hombros al descubierto con escotes palabra de honor se ha confirmado plenamente, y en todas las colecciones los cuerpos de estilo bañera han aparecido hasta aburrir.
La firma alicantina Pepe Botella ha sacado a desfilar una colección fresca y ligera de color blanco natural, llena de faldas de gasa, líneas vaporosas y cuerpos muy elaborados, con los que la diseñadora Lucía Botella ha querido acabar con la rigidez y la severidad de los vestidos de novia.
Lo más aplaudido de la colección han sido los vestidos cortos, sencillamente deliciosos, un tipo de traje que se ve cada vez con más frecuencia en las pasarelas.
Franc Sarabia, en un desfile compartido con Francis Montesinos y Joaquin Verdú, ha sido el primero en presentar una colección de fiesta en esta Pasarela Gaudí, con muchos vestidos tipo túnica, cuellos barco, volantes y tul de seda con pedrería. En novias ha sido de los pocos que han puesto mangas largas a los trajes de novia y que ha utilizado el plumetti.
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