Editor de Sexualidad.
Imagina que conoces a una persona muy afín a ti, con la que podrías iniciar una relación estable e incluso formar una familia. Si te comentase que lleva muchos meses o incluso años en paro o que habitualmente tiene dificultades para encontrar y mantener el trabajo, ¿te plantearías el no iniciar la relación?
Lejos del políticamente correcto "el amor es lo que cuenta" o "juntos en la riqueza y en la pobreza", la realidad nos abofetea al leer el siguiente dato: "el 80% de las mujeres españolas de entre 26 y 35 años no iniciaría una relación con un desempleado".Atrás quedó el romanticismo desinteresado, el amor por el amor y las ganas de superar juntos las adversidades que se vinieran encima. Ahora parece que lo que prima es el materialismo o, al menos, eso es lo que se concluye a tenor de los datos recogidos por Parship.es de una encuesta realizada entre más de 2.500 personas solteras mayores de 18 años.Además de la contundente goleada que recibe el amor (80-20, ni más ni menos), las mujeres preguntadas no fingen al asegurar que "no se sentirían a gusto en una relación en el que uno ’mantuviese’ al otro la mayor parte del tiempo".Por sexos, aunque nosotras tenemos fama de ser más desinteresadas en el amor, las cifras dicen lo contrario pues para ellos, en un 68% de los casos, no plantería ningún problema el hecho de que su pareja estuviera en paro.¿El motivo de esta desigualdad de conceptos? Desde Parship.es lo achacan a los convencionalismos sociales, que siguen perpetuando "una visión todavía tradicional de los roles hombre-mujer, por los que se sigue aceptando mejor que sea él quien aporte la principal fuente de ingresos al hogar".Sin embargo, estas diferencias se reducen según van pasando los años y, aunque bien es cierto que las mujeres siempre somos el grupo más reticente a estar con un desempleado, a medida que aumenta la edad, el porcentaje pasa del llamativo 80% a un casi empate técnico entre las que se dejan guiar por el corazón y quienes, en cambio, hacen más caso al bolsillo...
Lejos del políticamente correcto "el amor es lo que cuenta" o "juntos en la riqueza y en la pobreza", la realidad nos abofetea al leer el siguiente dato: "el 80% de las mujeres españolas de entre 26 y 35 años no iniciaría una relación con un desempleado".Atrás quedó el romanticismo desinteresado, el amor por el amor y las ganas de superar juntos las adversidades que se vinieran encima. Ahora parece que lo que prima es el materialismo o, al menos, eso es lo que se concluye a tenor de los datos recogidos por Parship.es de una encuesta realizada entre más de 2.500 personas solteras mayores de 18 años.Además de la contundente goleada que recibe el amor (80-20, ni más ni menos), las mujeres preguntadas no fingen al asegurar que "no se sentirían a gusto en una relación en el que uno ’mantuviese’ al otro la mayor parte del tiempo".Por sexos, aunque nosotras tenemos fama de ser más desinteresadas en el amor, las cifras dicen lo contrario pues para ellos, en un 68% de los casos, no plantería ningún problema el hecho de que su pareja estuviera en paro.¿El motivo de esta desigualdad de conceptos? Desde Parship.es lo achacan a los convencionalismos sociales, que siguen perpetuando "una visión todavía tradicional de los roles hombre-mujer, por los que se sigue aceptando mejor que sea él quien aporte la principal fuente de ingresos al hogar".Sin embargo, estas diferencias se reducen según van pasando los años y, aunque bien es cierto que las mujeres siempre somos el grupo más reticente a estar con un desempleado, a medida que aumenta la edad, el porcentaje pasa del llamativo 80% a un casi empate técnico entre las que se dejan guiar por el corazón y quienes, en cambio, hacen más caso al bolsillo...
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