Desde hace más de un siglo, el ponche ha sido la bebida típica de la Navidad. Huevo, ron, leche condensada y vainilla suelen ser los protagonistas en la elaboración de esta bebida que ya se considera un clásico durante la época decembrina y que ha sido concebida no sólo para ser disfrutada en familia, sino para ser ofrecida a todas las amistades durante las festividades.
A la hora de degustarlo, hay quienes acuden a las marcas reconocidas, pero muchos mantienen viva la tradición de deleitar su paladar con un buen ponche casero. Uno de los principales componentes en la preparación de estas bebidas es la leche, un ingrediente que proporciona un mejor sabor y una consistencia espesa y cremosa.
Según algunos historiadores, los orígenes del ponche se remontan a los antiguos pueblos persas que consumían una bebida muy parecida llamada “panch” preparada con agua, limón, hierbas, azúcar y ron. Hoy en día, conservamos tradiciones de nuestros antepasados, pero con el toque único de cada país.
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